*Crisis generacional en Canaco
*Patricio contra Edibray y compañía
*Nogaleros bajo amenaza del crimen
*Komaba, mano dura contra ebrios
*También debe apretar a mordelones
En la disputa por la presidencia de Canaco subyace una crisis generacional entre los antiguos presidentes y los recientes, pongamos los últimos seis o cinco. Para efectos didácticos identificaremos arbitrariamente a los antiguos como “patricistas”, cuente entre ellos obviamente al exgobernador Martínez, Nacho Siqueiros, Gasy Moisés, Arturo Cretín, entre otros. Con el mismo criterio, arbitrario, llamaremos “fifírrucos” a los nuevos, entre quienes apuntaremos a Eduardo Ramírez, Maurilio Ochoa, Ramiro Arroyos, Carlos Fierro y al actual, Edibray Gómez.
El desencuentro con la vieja guardia empezó cuando Patricio Martínez, siendo gobernador, donó a Canaco seis hectáreas en los nuevos terrenos del Reliz, desarrollados en aquella administración, donde hoy están situadas las oficinas de Canaco. La idea, muy a la Patricio, era desarrollar un gran complejo empresarial con oficinas centrales de los principales organismos; Canaco, Coparmex, Canacintra etc.
Conociendo a su gente, Patricio puso candados en el decreto de la donación para evitar que presidentes posteriores de Canaco vendiesen los terrenos. La idea se malogró cuando Maurilio Ochoa convenció a Reyes Baeza de quitar los candados y, súbitamente, quedaron liberados de las restricciones, permitiéndoles disponer de 40 mil metros cuadrados en una zona de alta plusvalía.
Lo primero que hicieron fue crear una empresa inmobiliaria que terminó fraccionado alrededor de cuatro hectáreas. Patricio consideró el hecho como un gran atraco y montó en cólera; los presidentes hacían negocio con terrenos donados durante su administración.
En el paquete de los que hicieron negocios incluyen específicamente a Eduardo Ramírez, Ramiro Arroyos y Maurilio Ochoa, para lo cual crearon una empresa inmobiliaria. En aquellas fechas ellos alegaron que vendieron para soportar la construcción del edificio, pero las versiones populares son que compraron a centavos y vendieron en dólares, beneficiándose ellos mismos. Las aclaraciones son bien recibidas, pero sin palabras altisonantes, por favor.
Esta historia, ampliamente conocida en el gremio, es la que hizo entrar en conflicto a los “patricistas” con los “fifirrucos” y la que hoy tiene en disputa la presidencia de la Cámara: los patricistas proponen a Fernando Mares, del clan Alsuper; los “fifirrucos” a Omar Armendáriz, restaurantero que hace negocio vendiendo costillas de cerdo. Éstos también traen encuerdada a la viuda de un Mario Manríquez, dueña de una importante empresa de pinturas heredada por su esposo y consejera de la Cámara por años.
Viendo la confrontación entre expresidentes de un organismo que por definición es honorario, se presta a sospechar de que ahí existen motivaciones económicas y más con los antecedentes inmobiliarios que reventaron el hígado de un exgobernador. Trabados ahí, sería positivo que la gobernadora Campos los llame a orden, poniendo un manotazo sobre la mesa, como hicieron en el pasado otros gobernadores, entre ellos el mismo Patricio.
Dicen que atender la presidencia de Canaco es mucho trabajo sin recibir beneficios ¿Será? ¿Entonces porqué pelean tanto por ella? Maru debe involucrarse, hasta para que vaya viendo que no por ser temas menores pueden hacer lo que les venga en gana con una de las cámaras empresariales más antiguas del país.
Rompeolas
Javier Corral dejó crecer la inseguridad a tal punto que al nuevo gobierno le resultó necesario implementar un operativo de protección a la nuez, pues grupos organizados del crimen hacen temblar a los productores cada año en fechas de producción, obligándolos a protegerse como Dios les daba a entender o avenirse a pagar “cuota” que no era de tres pesos. ¿La actividad agrícola más productiva de la entidad amenazada por la criminalidad? Efectivamente, llegan a robarse bodegas completas, camiones en tránsito, bajan las nueces de los árboles, es un latrocinio generalizado. Ese programa, no recuerdo anteriormente algo así, llegó para quedarse, hace años que lo pedían a gritos los agricultores.
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Excelente propuesta de César Komaba, director de Vialidad, la de retirar definitivamente la licencia a conductores ebrios, luego de tres infracciones. Aparte de una irresponsabilidad absoluta, conducir en estado de ebriedad es un peligro para terceros y si además eres reiteradamente reincidente, elementos sobran para prohibirles que circulen. Pero ya que está en esas el nuevo director, bueno sería también que meta mano dura a los tránsitos mordelones, muchos se dedican a extorsionar conductores, especialmente los fines de semana. Ponerse estrictos sólo con los conductores, dejando las manos sueltas a los agentes, sólo conseguirá encarecer la mordida. Es una realidad de nuestras corporaciones.