TORPE CAPITÁN
Ahora resulta que el torpe Capitán Escamilla, que dice ser militar, pero que en la nómina estatal aparece como Oficial de la Secretaría de Seguridad Pública, es un santo. El prepotente, necio y abusón agente de seguridad, que fue ineptamente empoderado por el Gobernador, intentó defender a sus muchachitos comisionados en El Campanario. No ha sido solamente una, sino varias las ocasiones en que vecinos del Residencial donde vive Corral, se han quejado del comportamiento de sus escoltas. Se han orinado en la vía pública, beben alcohol en la zona y hacen escándalos hasta altas horas de la madrugada, además de darle a quienes ahí viven, un trato de delincuentes como si ellos fueran unos santos. Empero, necio como su jefe, hasta la torpeza, Escamilla asegura que los escoltas son unos héroes entre los residentes del lugar citado. Se repite una y otra vez, como dijera Carlos Stege: están hartos de los escoltas del mandatario. Hartos, hartos, hartos… pero una cosa es que no lo digan por miedo al soberbio mandatario y otra muy distinta que en realidad así sea. Pero, en fin, el caso es reclamar y contar una mentira tras otra. Sin embargo, la gente no se traga ya tan fácilmente las piñaventuras, máxime cuando suman cinco años de escuchar una tras otra. Escamilla debe irse ya.
NI LO PELA
No quiso el Arzobispo Constancio Miranda responderle a El Loerilla el tema de la impugnación. Se limitó a decir que respetaba a Juan Carlos como persona. Recuérdese que en el documento, el excandidato le echó tierra a la iglesia. Claro, después salió con que también era católico pero eso fue de los dientes para afuera. Loera dijo que los curas chihuahuenses habían hablado pestes de la Cuatroté y que pidieron no votar por el socialismo y sus candidatos. Mostró, incluso, videos, en los cuales dos sacerdotes lanzaban sus prédicas anticomunistas desde el púlpito. Pero Constancio Miranda, entrevistado en la Casa del Migrante, por cierto, ni caso le hizo. Al parecer, maneja más estrategias de marketing político el jefe de la comuna católica que quien un día quiso gobernar el estado. Todo el respeto para Loera, pero, lo siento, tal vez en otra ocasión será, pareció decir el Arzobispo Constancio Miranda. Será por los cauces legales cómo se dirima la cuestión, sentenció el prelado de la Iglesia chihuahuense.
NOMBRES, NOMBRES
Está bien, está bien, al parecer ya salieron a la luz los primeros nombres de los que ofendieron a Corral. Nada raro, puro caso conocido, que ni siquiera ameritaba el tuitazo del miércoles. En realidad, El Paisita debe saber que todo el estado, desde abajo hasta arriba, votó por el PAN en forma pareja. Más bien quien debe reclamarle es Acción Nacional, pues traicionó su militancia y los postulados albiazules. Pero, en fin, anote usted -en el hielo, porque nada les sucederá- a Emilio García Ruiz, el Secretario de Seguridad Pública, Joel El Gallego, titular de la Gobernación, Robertico Fuentes, el abogado mil usos, Javier Realyvázquez, Jefe de la CES en Ciudad Juárez (a poco no sabía de donde salió) y nada más ni nada menos que El Menordomito, Panchitito Muñoz, amo y señor de las traiciones. Dicen adentro de palacio que Corral votó por Juan Carlos Loera y Panchitito Muñoz andaba por todo palacio con la petición de sufragar por el PAN en las cinco boletas. Habría que ver eso, porque si convierte la cerveza en jugo de naranja, pero solo en la casa de cantera, debería haber convertido los votos rojos en azules. La gran pregunta es si algún día Corral tuvo cautivos a esos funcionarios. Egoísta, hipócrita, mentiroso y comesolo, traicionó a los panistas desde el primer día en que asumió la Gubernatura. Ahora no se vale llorar.
LAS FRASES
Hay que reproducir algunas frases de Corral en su entrevista con La Octava Noticias, realizada en Cdmx. No son para pegarlas en letras de oro en palacio de gobierno, sino para medir la locuacidad de un gobernante derrotado y auto condenado al destierro político. Aquí siguen: 1) Yo no estuve con ella, no la apoyé (a Maru Campos). 2) Jamás voy a avalar conductas corruptas (¿y todas las de él mismo y sus colaboradores?). 3) Nunca engañé a nadie. 4) Nunca conté mentiras a nadie (es el Gobernador más mentiroso que jamás haya habido en el estado). 5) Nunca me pudieron entender, porque se busca una disciplina a ciegas. 6) No hay violación a un estatuto del PAN; la verdad espero la expulsión como una oportunidad. 7) Por mi investidura tampoco he salido a explayar todo lo que sé (¿Cuándo se guardó algo?). 8) Mi lealtad esencial ha sido al PAN, pero yo creo que ahora el pan es un recuerdo. 9) Estoy muy orgulloso de haberlo hecho (votado en contra de la alianza con el PRI. ¿Y las reuniones con los exgobernadores priístas que levantaron su gobierno en el peor momento de la administración?). Yo siempre me he considerado más de centro-izquierda que de izquierda (¿No que era más izquierdista que López Obrador?).
CÁLLATE CHACHALACA
Corral necesita que alguien le diga ya aquella famosa frase que le dirigiera alguna vez el Rey de España a Hugo Chávez de Venezuela. O si desean, que se use la máxima de López Obrador, ésa que le manifestara a Fox en aquellos años de gloria. Es decir, o, por qué no te callas, o ya cállate chachalaca, hay que decirle, pero por favor háganle saber que no se tire al piso porque ya no hay quien le levante. Ciertamente, Corral ha cavado hoyos desde el arranque de su gobierno pero en esta etapa, la final, ha cruzado todos los límites. Produce pena ajena, como dijera alguien, por la forma en que se le escapan sus sentimientos y el fracaso que siente. Perdió todo Corral, no hay duda de eso, pero ni así reflexionará seriamente sobre el tema. Muy a su estilo, fiel a su estilo, se dedicará a repartir culpas, por todos lados, pero jamás asumirá su propia responsabilidad. No le agrada la auto crítica, no le gusta reconocer sus errores, así que es más fácil ponerse la máscara y brincar al ring. Ayer censuró a quienes le ofendieron públicamente, pero obviamente no dijo nombres. Luego, en La Octava, habló puras bullsheterías, que rayan en la anormalidad, sobre el programa Operación Justicia para Chihuahua. En fin, lo mejor sería que esa chachalaca se callara. Pero…