SON PATRAÑAS
Bueno, bueno, no se cansa el señor Gobernador de contar mentira tras mentira. Suma ya cinco años de hacer el papel de El Pinocho de Chihuahua sin importarle un comino su dignidad. Ahora salió con que, imagínese, sus escoltas son muy respetados y queridos en El Campanario. Pero si desde que les rentó la casa en contraesquina de la suya, los criticaron porque se emborrachaban ahí mismo en la calle y se orinaban en la vía pública. Y ni se diga las decenas de quejas y reproches de los vecinos, claro, bajo cuerda, porque le temían al indignado mandatario que miente una y otra vez de manera inmoral y enfermiza. De pasada, echando la vasca por delante, acusó a Carlos Stege de haber andado ebrio el día de los hechos en que sus escoltas le detuvieron y esposaron fuertemente durante veinte minutos. En fin, fiel a su estilo, optó por la salida fácil de manchar a quien le hace algún señalamiento. Por supuesto, los esbirros de Escamilla son unos angelitos, la bondad personificada, a los que los vecinos de El Campanario ya pretenden levantarles un altar. Son patrañas, Corral.
PAR DE ASES
Alucinan Corral y Fuentes Vélez con eso de que dejarán finanzas sanas y dinero para la administración entrante. Los que saben, dicen que Maru necesitará al menos 7 mil millones de pesos para salvar los tres primeros meses de su gobierno. Corral y Arturito El Correlón dicen qua dejarán la deuda en 47 mil mdp, según ellos dos mil menos que se las dejó Duarte, pero no hay que hacerles mucho caso porque son un par de mentirosos. En breve se le verán las orejas al lobo y se conocerá el verdadero motivo, la real razón de su celebración. Cinco años duraron en su oficina, rascándose la panza, con el Split encendido en cool, el motor en turbo y el swing de un extremo a otro. Así que, nadie les creerá que en un par de meses arreglaron, de golpe y porrazo, la enorme deuda contabilizada en más de 65 mil millones de pesos. Tal vez dirán como decían los anteriores Gobernadores, que los préstamos obtenidos con la garantía del fideicomiso carretero no son deuda. Ya se sabe, alguna piñota de ésas se aventaron, porque, los chihuahuenses, aprendieron muy bien a conocer sus mañas. Por eso, no en balde fue el resultado de la elección como lo fue.
AGUANTE VARA
Dicen que el que se lleva aguanta y el Juez Ricardo Yépez Serrano no puede ser la excepción. El judge de Parral se metió de lleno en la contienda electoral y ensució la altísima y honorable función jurisdiccional. No es que no pueda opinar en asuntos de política, porque de hecho lo hizo, y a granel, sino que mezcló su opinión con el desempeño de juzgar. Armó publicaciones en su muro de face en contra de la hoy Gobernadora Electa y se dejó caer la greña como si tuviera en sus manos el oráculo de Delfos. Yépez Serrano hizo el acuerdo de golpetear a la candidata albiazul a cambio de convertirse por arte de magia en magistrado de la era morenista en la entidad. Sin embargo, se cayó de la nube en que andaba, como a veinte mil metros de altura, igualito que Cornelio Reyna en su famosa canción. Yépez hizo un grupito en el Tribunal Superior de Justicia, enfocado a apoyar a Loera, que se convirtió en el dolor de cabeza del poder judicial. Ahora que aguante vara, porque como abogado que debe ser, conoce la máxima bíblica que reza que con la misma vara que mides, serás medido.
EL CONTROL
El activismo de Graciela Ortiz en los últimos días tiene su explicación en detentar el control del PRI estatal. No está mal, por supuesto, porque no puede permitir ahora que las cosas vuelvan a salirse de control. Chela ya dijo que se irá a la Secretaría de Acción Política del Comité Ejecutivo Nacional pero subrayó que no dejará suelto al tricolor en el estado. Oiga usted, en el peor escenario jamás visto, el PRI ganó 28 Presidencias Municipales, algo que Morena nunca podría haber soñado en su mejor coyuntura estatal hasta el momento. Además, la excandidata sabe que el zorro anda suelto, muy cerca del gallinero, y no debe permitir que ocurra otro desfondamiento similar. El que está fuera de la jugada totalmente es el actual dirigente, Alejandro Domínguez. Aparte de hacer un pésimo papel, muy distinto al de su primera vez en el CDE, pues se sabe que tiene cuentas pendientes ya saben dónde y por qué. Omar Bazán es otro de los pendientitos del priísmo y hay que agarrarle el modus operandi para amarrarle las manos e impedir el retorno del Jedi.
LA AUTORA
Los que saben dicen que no se debe olvidar la autoría del fracaso en la Función Pública. Es decir, además de ser Corral en el terreno de lo político, fue Stefany Olmos, la extitular de la SFP, la que hizo todo el batuque y dejó el lodazal bien hecho para emprender la huida en marzo de 2018. Rocío Stefany Olmos Loya, Directora Ejecutiva del Subsistema Nacional de Información de Gobierno, Seguridad Pública e Impartición de Justicia. De ese tamaño, así de rimbombante, es el cargo que ocupa actualmente y que le consiguió su amigo Adrián Barrios en Cdmx. Cierto, Moniquita Vargas Ruiz puso su granito de arena para completar el desmother pero las cosas ya estaban más o menos así. La Estefany dejó clavados los expedientes y después de armar una tragedia al estilo Eurípides, con llanto, y toda la cosa, abandonó el barco. Empero, la gente no olvida aquellos ayeres en enrollada en la bandera de la lucha anticorrupción, ejerció su poder y cercanía con el mandatario más allá de sus funciones normales y se tiraba al piso en demanda de sus anhelos.