Corral recula, abre Palacio -Cede con regateos -Tiene un pie en el PAN y otro en MC -Bonilla con pista libre
A QUIEN MANDA en Palacio de Gobierno, no le quedó otra más que recular y recibir al equipo de transición de la gobernadora electa, María Eugenia Campos Galván.
Finalmente el aún secretario general de gobierno Fernando Mesta, recibió a la comisión, desde luego, por instrucciones del gobernador Javier Corral.
El propio Mesta recibió, pero con un puertazo en la nariz, a principios semana a Luis Serratos Castell.
De pasada le dijo que no habría entrega hasta que se publicada el acta de gobernadora electa de Campos Galván en el Periódico Oficial, pero además, hasta que concluyeran los procesos de impugnación.
No cabe duda que a Mesta le ganó el hígado y la tozudez; el acta ya se publicó, casualmente de manera paralela cuando el Congreso del Estado (y por mandato legal), entregó constancia de gobernadora electa a Maru Campos.
Eso de las impugnaciones fue una ocurrencia o desconocimiento de Mesta. El proceso electoral concluye el último día de agosto, con o sin impugnaciones.
Campos Galván rinde protesta el ocho de septiembre. La cuestión es si estaban en la tesitura de iniciar el proceso de entrega recepción el 31 de agosto. Una locura. En julio iniciará la entrega.
JAVIER Corral tiene muy en claro que su futuro político, si es que lo tiene, no será en las filas del Partido Acción Nacional.
Sus proyectos y objetivos, tendrán que partir de otra plataforma política, dicho por el mismo, la opción única es Movimiento Ciudadano.
Corral sabe que tiene un pie fuera del PAN por expulsión o a mutuo propio, lo que finalmente es lo mismo.
El otro pie lo tiene en MC, la marca que adquirió en Chihuahua, junto con el excandidato a la gubernatura, Alfredo Lozoya Santillán.
En Chihuahua Corral se ha quedado en solitario; ya sólo las familias Mesta y Espinoza son quienes le acompañan al final de la administración. Los Kalisch, Barrio, Luján, Cuarón, Álvarez y Herrera, ya hace rato se despidieron.
Hay más apellidos que aún permanecen el gabinete, que pronto marcarán una línea divisoria cual muro trumpista. Cosa de voltear a ver a De la Veja, Peniche, Galindo, Elizondo y Vélez; ya se quieren ir, pero no los dejan.
En la mente de Corral está en las grandes ligas con el supuesto estandarte de la anticorrupción y el mesías norteño. Hace cinco años hasta García Chávez le creía.
Aunque no suena mal, menos cuando Movimiento Ciudadano gobierna el Estado de Jalisco y muy pronto el de Nuevo León, las entidades con mayor población y poderío económico en el país, sólo debajo de la Ciudad de México y muy a la par con el Estado de México.
Ese bloque va ser fundamental en el 2024 y Corral lo sabe, lo tiene medido, faltaría conocer si Maru lo deja.
Claro sin dejar de lado bloque panista que también puede surgir del norte y aprovechar que ya tiene 10 millones de votos, por ahora cautivos, en la CDMX.
HABLANDO de entregas, pero ahora en la capital, el próximo martes se reunirán la alcaldesa María Angélica Granados y el presidente Municipal electo, Marco Bonilla Mendoza.
Una reunión tersa, amable y hasta de entre amigos, es el PAN quien le entrega a el PAN. Circunstancias diametralmente distintas a lo que está ocurriendo en el otro palacio, el de Gobierno, pese a que también son PAN, pero a lo mejor no panistas.
La reunión que será el inicio del proceso de entrega-recepción, se agendó horas después de que el Instituto Estatal Electoral, entregó la constancia de ganador a Bonilla.
En el Municipio no habrá regateos, ni puertazos, menos rostros encolerizados.
Bonilla es el próximo alcalde. Recibe un municipio con buen cierre en los temas de obras y servicios. Sin deuda, con dinero en caja para que el novel presidente municipal, arranque la administración sin broncas, por lo menos eso está en el imaginario colectivo de quienes depositaron en el voto, la confianza.