¿Ha probado Usted los M&M? A mí, me matan. Puedo comerme uno tras otro en rápida sucesión, puedo tragarlos sin apenas saborearlos como es debido, puedo comérmelos a puños, y solo los dejo de comer cuando, con sorpresa, un poquito de disgusto, no poca pena y harta resignación, me doy cuenta que estoy empalagado hasta la náusea.
Pues bien, hubo gente que se tragó enterito los cuentos de López Obrador; por alguna extraña razón que ignoro —o que no ignoro pero que no quiero manifestar porque se van a ofender algunos—, un montón de gente salió a votar en 2018 con la vana esperanza (para no decir expectativa idiota) de que al abrir sus ojitos después del día de la elección ya iban a estar en Suiza o Suecia y no camino de Suazilandia.
En esas estamos. Camino de una especie de Monarquía absoluta; de una república que rápidamente está dejando de ser una Dictablanda, como diría Vargas Llosa, para convertirse en Dictarrara con un tufillo de autocracia y una peste a mesianismo que enferman.
Lo triste del asunto no es que vayamos retrocediendo en nuestras libertades de manera acelerada a los impulsos de un anciano senil y decrépito, un Congreso abyecto, una Corte minusválida y la amenaza ominosa de un horizonte erizado de bayonetas, no, lo triste es la mansedumbre con que lo estamos haciendo.
Me enerva ver, oír, constatar, la estupidez cómplice de gremios enteros que van de legisladores a jueces, de medios a sectores académicos, de partidos a iglesias, de profesionistas a asalariados, de intelectuales a potentados; tal pareciera que 2021 es un camino sin retorno que va a sellar el destino de los mexicanos.
De poco sirven el ejemplo de Cuba o Venezuela, por ejemplo, pues sobran quienes defienden, jubilosos, ese modelo de desdesarrollo, suponiendo que esa palabra exista, pero que merece existir solo de ver el desempeño del actual Gobierno federal: invasivo, destructor, inconsecuente, torpe y falaz.
Es increíble la desfachatez de MORENA y esa ralea de pazguatos y vivales (indistinguibles entre sí) que a partes iguales la comandan, dirigen o representan.
Solo por poner un ejemplo, el jueves pasado, el candidato a Gobernador de ese disque Partido (auténtica dependencia gubernamental, tubérculo del presidente y excrecencia de lo peorcito de la izquierda mexicana), tuvo el atrevimiento de afirmar que está de acuerdo en buscar un apoyo complementario para el Estado, para evitar que el agua sea enviada a otros estados, “yo comparto el asunto de las compensaciones por lo que se pide a Chihuahua, no únicamente por el pago del tratado (internacional de aguas), sino por toda el agua que de manera natural se va a Sonora, a Sinaloa”.[1]
¿Dónde estaba el infeliz cuando fue verdaderamente urgente lograr una compensación inmediata o impedir que el agua se fuera de la Entidad? ¿Dónde cuando la sequía amenazaba con hacer estragos sin precedentes, privando a miles de chihuahuenses de su único modo para subsistir? ¿Qué hizo como superdelegado plenipotenciario del Presidente? ¿Cuál es el balance de su gestión respecto al tema? ¿Por qué creerle a Loera?
Mentir y mentir y mentir, eso es MORENA. Eso es TODO MORENA. Eso es cualquier campaña de MORENA.
Unos M&M&M cualquiera, pues. Es posible tragarlas sin apenas saborearlas, pero es seguro que uno terminará asqueado hasta la náusea.
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Luis Villegas Montes.
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[1] Artículo de Mayra Carmona, titulado: “Plantea Juan Carlos Loera plan emergente para acceso al agua”, publicado el 29 de abril de 2021, por el periódico El Heraldo de Chihuahua.