Ojinaga Chih.- En el estudio de Deuteronomio nos ha ido quedando claro que la desobediencia trae el castigo de Dios, debemos enseñar el precio en la tierra y el precio en la vida eterna de desobedecer a Dios dijo ayer el Pastor Roberto Gutiérrez, desde el pulpito del templo Mana en el Desierto.
Las bendiciones que Dios promete a su pueblo están determinadas por la obediencia, las maldiciones, por la desobediencia, y estos es el tema central de este pasaje bíblico que se conoce como «Las bendiciones y maldiciones de Deuteronomio 28»
Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Deuteronomio 28:1
La bendición siempre es condicional: la recompensa de la obediencia es la bendición.