#El Mocken y Pancho Barrio #Sergio Carrillo a punto de tronar #El anónimo antisotelo # Los guaruras de Marco
ES DECIR, ni cómo entrarle al tema pero si no fuera por esos momentos de la política qué cosa sería ésta. El pleito de El Onagro Jorge Espinoza contra el Magistrado Luis Villegas es de otro mundo. Realmente, se ha convertido en algo hilarante, pero que le pone sabor al caldo en el proceso electoral. Villegas Montes se la llevó definitivamente con su frase: sígueme para más consejos. Cierto, hay en su texto una serie de afirmaciones que mueven a risa pero con ésa coronó la retahíla de sarcasmo con el que respondió al Consejero Jurídico del Estado. Vamos a darnos con todo, no es una frase que aplique, exactamente, al pleito que se sobrelleva. Sobretodo si como dice Villegas -y como efectivamente fue- el Magistrado resultó ser el artífice del triunfo conocido como El Zapato de Batopilas. Y luego eso de sacar a flote el viejo asunto de la falsificación de una firma de la hoy candidata a diputada federal Cristina Jiménez, eso si que no tiene precio. Para todo lo demás, tenemos y tiene el funcionario estatal mastercard. Para aclarar ese asunto, debe salir y dar la cara.
LA RAZA soltó un correo en contra del consejero de la judicatura suspendido Joaquín Sotelo Mesta. Obviamente, trae chilito y está enfocado a mover el tapete del abogado ante la opinión pública. En cuanto al contenido, señala que la Comisión de Disciplina que preside Sotelo cuesta cada año más de 6 mdp y que sin embargo no sesionó ni una sola vez en todo el 2020. Sobre la defensa hecha por el consejero suspendido, cita el comunicado anónimo, que por supuesto tiene como epicentro la denuncia sobre El Cochinero Judicial: a Joaquín Sotelo, se le olvidó comentar, (quizás por la abrumadora carga de trabajo que tenía, con la apabullante cantidad de dos sesiones en dos años) que: a. Sí existen las actas de fe de hechos; b. Que únicamente el concurso de magistrados se efectuó en la UACJ, ya que el de jueces (a quienes gracias a sus intervenciones se ganaron el mote de jueces del cochinero) sí se verificó en la UACH. c. De manera intencional, Lucha Castro optó por la UACJ en lugar de la UACH, ya que la primera no genera un resguardo de la información, ni brinda un programa auditable de la misma. d. Que los resultados respecto de los cuales deliberó, él mismo los revisó, incluso pidió que se efectuara un procedimiento de comprobación (para el de magistrados); por lo que hace al concurso de jueces, omitió comentar que dos personas adscritas a su Comisión estuvieron presentes en la inspección de los resultados (una de ellas, por cierto, signante del comunicado emitido el pasado 14 de marzo en su apoyo y defensa); e. Que los resultados respecto de los cuales deliberó, él mismo los revisó, incluso pidió que se efectuara un procedimiento de comprobación (para el de magistrados); por lo que hace al concurso de jueces, omitió comentar que dos personas adscritas a su Comisión estuvieron presentes en la inspección de los resultados (una de ellas, por cierto, signante del comunicado emitido el pasado 14 de marzo en su apoyo y defensa). Punto final. Sin más comentarios.
EN EL pri tampoco cantan mal las rancheras en eso de pujar por las candidaturas. Sergio Carrillo, el candidato a la Presidencia Municipal de Chihuahua, estuvo a punto de aventar el arpa. Se dio un tiro de aquellitas por el tema de la lista de aspirantes a regidores. Es que, así de liso y llano, le impusieron en el primer lugar (tal vez el único seguro para entrar al ayuntamiento) a Ana Lilia Orozco Ortiz. Resultó que la mujer es sobrina de Chela Ortiz, la candidata a gobernadora por el tricolor. Cuando se supo, eso despertó la rabia de algunos priístas, entre ellos el de Sergio Carrillo, que iba mejor a retirarse de la contienda en el último día de los registros en las asambleas municipales. En el número 2 va Ricardo Santana, al que han subido y bajado muchas veces en los últimos procesos electorales y en el tercero Mónica Meléndez, a la que le adjudican una inaceptable cercanía con Amincito Anchondo, el síndico que resultó ser todo un fracaso en la política local. De los demás ni qué decir, ni mencionarlos, porque no serán llamados a la mesa del señor y por tanto no alcanzarán pan ni hostia envinada.
LA PURA neta quién sabe si a Javier González Mocken le beneficie realmente el apoyo de Pancho Barrio. El exgobernador está igual que su pupilo, pues al revés del Rey Midas, candidato que toca lo convierte en desecho. Así que salir a medios a decir que apoya a El Mocken, no podría tomarse muy en serio como la gran ayuda. Barrio no es bien visto ya ni en los corrillos azules, pues cada vez que entra a un tema trae un interés personal alejado del colectivo azul. No trae punch entre la militancia ni money que aportar y cada vez que aparece le llueven guamazos de los deudos de su administración. Nada más empieza a hablar y le sacan el librito aquél de El Sicario, de Charles Bowden y Molly Moloy y pues párele de contar, porque en las páginas del texto se narran escalofriantes escenas en las cuales aflora el nombre del verdadero Pancho Barrio.
ESTÁ tan dura la cosa que Marco Quezada tuvo que recurrir a dos deportistas para protegerse. Colocó en la lista de regidores al marchista olímpico Horacio Nava y al pugilista Cristian Bejarano. El primero para que le abriera paso y acelerara la marcha y, el segundo, para quitarle lo cocolazos que se pusieron en Morena al rojo vivo como en el Rosario de Amozoc. La alianza del partidazo con el Partido del Trabajo incrustó a Nadia Hanoi Aguilar Gil, Alejandro Morán Quintana y Patricia del Carmen Gil Herrera. Son tres lugarcitos, muy buenos, que ocupó la familia de Rubén Aguilar, la que se pasó por el arco del triunfo al Capi Arrieta y le obligó a huir al PES. Faltan tres del partido Nueva Alianza, que este día entregará los nombres y Librado Tarango, eterno luchador de izquierda que al parecer tendrá ahora un huesito después de 40 años de andar en la brega rojiza. Faltan también los de morena, que andan a punto de cuajar y que en breve le harán llegar al candidato. Así que vera usted a Horacio Nava y Cristian Bejarano detrás de Marco Quezada con su banda sobre la cabeza, igual que cuando salía del camerino Julio César Chávez como rumbo al cuadrilátero.
AYER se pusieron al dos por uno los cocolazos en el partidazo de la regeneración nacional. El delegado José Ramón Enríquez fue literalmente rebasado por los reclamos de las bases y las cosas estuvieron a punto de salirse de control. Karen Mora, la candidata por el sexto distrito electoral federal, se las volvió a hacer. Renunció a la candidatura y se fue a Ciudad Juárez en busca de nuevos horizontes. En el distrito 12 la cosa sigue que arde y las bases morenistas, los de a pie, se opusieron rotundamente, una y otra vez, a que sea Víctor Quintana el abanderado. Anoche se hablaba de que Obdulia Becerra sería la candidata, aunque siguen en pie de guerra Rosa Lilia Cardona y Martín Solís. En el octavo las cosas andan más tranquilas y Helena Rojo, la única que lleva la izquierda hasta en el apellido, sigue al pie del cañón a la espera del destape. Definitivamente, Víctor Quintana es un político que despierta pasiones, aunque sea en esta época y no precisamente a su favor.