Pese al rechazo del Gobierno federal, organizaciones ven necesario dar empleo, educación formal y vivienda digna a quienes llegaron a esta ciudad como parte del éxodo de extranjeros
Hérika Martínez Prado/El Diario de Juárez
Ciudad Juárez— Luego de que el Gobierno federal rechazara la propuesta del programa emergente de regularización migratoria en el país, académicos, activistas y empresarios de Ciudad Juárez buscarán insistir con una nueva propuesta que proteja tanto a las comunidades migrantes como locales.
La propuesta plantea establecer candados como la condición de vinculación al trabajo y no salir de manera irregular del país, explicó el doctor de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), Héctor Padilla Delgado, durante el Seminario del Cuerpo Académico Sociedad y Territorio del Estado de Chihuahua “Migración forzada y solicitantes de asilo en Chihuahua”, organizado por El Colegio de Chihuahua (El Colech).
La propuesta realizada a finales del año pasado por el Consejo Estatal de Población y Atención a Migrantes (Coespo), la Organización Internacional para las Migraciones de Naciones Unidas (OIM), la delegación estatal del Instituto Nacional de Migración (Inami), la Dirección de Derechos Humanos del Municipio de Juárez, el Grupo Interdisciplinario en Temas Migratorios (GITM) conformado por investigadores de El Colegio de Chihuahua (El Colech), El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) y la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH), empresarios, coordinadores de albergues y activistas, fue rechazada.
Ésta se planteó luego de que a partir de marzo del año pasado Estados Unidos comenzó el programa de retorno “Permanecer en México” o “Quédate en México” de los Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés), el cual obliga a los migrantes extranjeros esperar en territorio nacional su proceso de asilo político ante las Cortes de Inmigración estadounidenses.
La propuesta firmada por cerca de 35 actores se presentó al secretario de Relaciones Exteriores (SER), Marcelo Ebrard; al secretario de Gobernación, Alejandro Encinas; comisionado del Inami, Francisco Garduño, el subsecretario de empleo y productividad laboral, Horacio Duarte Olivares, y otras instancias federales.
“Se argumentaba que se considera necesario promover una estancia regular y segura, la construcción de un marco jurídico que les permita a las personas que llegaron –como parte del éxodo que comenzó en octubre de 2018– acceder a empleo, educación formal y vivienda digna”, explicó el catedrático.
La propuesta del programa emergente de regularización estaba dirigida a la población migrante que había llegado con el propósito de solicitar asilo político en Estados Unidos, que haya sido retornada bajo el MPP o que estuviera en las listas de espera del Centro de Atención Integral para Migrantes (CAIM), y que ya tenía meses viviendo en la frontera mexicana, e incluso más de un año en espera de tener su primera cita ante la Corte de Inmigración del vecino país, o se había desistido a acudir a sus citas por miedo a la deportación.
Entonces se estimaba que podrían beneficiarse entre 6 mil 500 y 8 mil personas, la mayoría de origen cubano.
Vuelven con nueva propuesta
“Nosotros teníamos una gran expectativa que se elaboraría… sin embargo, no avanzó”, lamentó Padilla Delgado al destacar que actualmente el universo de beneficiarios se ha reducido, lo que facilita los aspectos operativos de su operación.
Dijo que ante el rechazo a la petición, los actores relacionados con el tema de migración en la ciudad buscarán volver a presentar una nueva propuesta, con nuevos candados.
“Es necesario beneficiar a esta población extranjera pero también a las comunidades fronterizas de acogida, proteger a las comunidades con argumentos como el fortalecimiento de la soberanía y la seguridad nacional; es mejor que sean regularizadas y se sepa quiénes son y qué hacen”, señaló Padilla Delgado.
También mencionó que los migrantes ya han aumentado su tiempo de estancia en la ciudad y han iniciado proceso de integración social con el trabajo, pago de servicios y vínculos con gente que puede testificar que les conoce. Muchos inclusive ya han tenido hijos en Juárez o se han casado con mexicanos.
Dijo que es necesaria una actualización de la Ley Migratoria nacional, con una política migratoria más proactiva, que le permita a la comunidad juarense aprovechar por ejemplo el fuerte capital humano que representan los cubanos en la ciudad, quienes pueden propiciar y participar en procesos de desarrollo nacional.
Juárez, destino de caribeños
El investigador de El Colech, Rodolfo Rubio Salas, ponente y organizador del seminario virtual, expuso el tema “Migrantes en tránsito solicitantes de asilo a través de Ciudad Juárez: principales características y expectativas”, en el que destacó que el 70 por ciento de los migrantes de origen cubano encuestados a finales del año pasado confesó su interés por quedarse a vivir en México.
La encuesta realizada por el Grupo Interdisciplinario en temas de Migración se enfocó en dos principales flujos como parte de los fenómenos más recientes, que fueron los migrantes internacionales y los internos.
“Es importante visualizar los fenómenos migratorios como un proceso y diferenciar el fenómeno a nivel regional y local”, apuntó al mencionar la particularidad que vivió Juárez de un flujo migrante cubano.
“Ciudad Juárez se convirtió en un destino preponderante de cubanos, 72 por ciento procedían de Cuba según los registros del Consejo Estatal de Población (Coespo) de marzo a septiembre de 2019, seguido de México con un 16 por ciento”, mientras que los migrantes de Honduras, Guatemala y El Salvador no alcanzaban ni el 8 por ciento del total de los migrantes que se registraron en la ciudad.
Recordó que a finales del año pasado la migración cambió en la ciudad, ya que el 5 de junio se registraron 90 personas en el CAIM para cruzar a Estados Unidos y comenzar su trámite de asilo político; entre ellos 67 de cuba, 14 de México, dos de Venezuela, dos de Honduras, dos de El Salvador y tres de Perú. Mientras que el 13 de agosto el registro fue de 67 personas; 63 de México, tres de Uganda y una de Cuba.
En las encuestas realizadas entonces en octubre y noviembre del año pasado se encontró que el 24.8 por ciento de los migrantes internacionales tenían de cero a 12 años y el 9.5 de 13 a 17, mientras que en el caso de los desplazados mexicanos, principalmente de Michoacán, Zacatecas y Guerrero, el 39.2 por ciento tenían menos de 12 años y el 84. Entre 13 y 17.
Más del 90 por ciento estaba fuera de albergues, el 44 por ciento dijo que sí pensaba quedarse en México a hacer una estancia larga o a residir definitivamente.
“Entre más amplio sea el tiempo que llevan en la ciudad o el país, más alta era la proporción que dijeron que se quedaban en México. Por ejemplo, de quienes tenían más de seis meses, el 66 por ciento dijo que se iba a quedar en México”, informó Rubio Salas.
Los oriundos de Cuba fueron la proporción más alta de personas que decían que se quedaban en México, más del 70 por ciento, y un porcentaje de los que dijo que no se quedaban era porque querían ir a Estados Unidos, o sea que no estaban considerando en su perspectiva a corto plazo regresar a Cuba.
Alrededor de una tercera parte dijo que pensaba regularizarse en México, el 20 por ciento regresar, el 11 por ciento cruzar sin documentos y un 30 por ciento no sabía qué quería hacer.