Ojinaga Chih.- Se han cumplido cinco meses desde que la pandemia por Covid-19 comenzó a dejar sus efectos en la ciudad de Chihuahua, cuando el 21 de marzo se registró el primer caso positivo y desde entonces la situación se ha tornado caótica, desde pasar por las calles desiertas a finales de marzo, hasta el cierre definitivo de diversos establecimientos comerciales y cientos de personas que se quedaron sin trabajo.
El Covid-19 ha generado estragos en todos los sectores de la población y ha mostrado irregularidades en el manejo informativo por parte de las autoridades sanitarias, que en algún momento llegaron a mostrar dos listados de casos contagiados y de pronto se unificaron en uno mismo, lo que hizo que la cifra de contagios se disparara notablemente a mediados de junio.
A inicios de la pandemia, la población afrontó una situación atípica difícil de asimilar cuando las autoridades pidieron el confinamiento en el hogar por un mes y luego se extendió hasta tres meses, suspendiendo las clases presenciales en todos los niveles educativos, lo que significó un reto para los alumnos, maestros y padres de familia.
Las restricciones a los diversos giros comerciales han provocado una profunda crisis económica, muchas pequeñas y medianas empresas se vieron obligadas a cerrar de forma definitiva ante la falta de ingresos y con esto, cientos de personas se quedaron sin empleo y hasta el momento la economía no se ha logrado reactivar en su totalidad.
Una vez que concluyó la jornada nacional de sana distancia, a partir del primero de junio inició el esquema de semaforización, mismo que ha sido objeto de polémicas y disputas entre los gobernadores y la federación.