¿Ha tenido usted la oportunidad de ver la película “Hasta el último hombre? Bueno, es una película muy interesante basada en un hecho de la vida real. Es una película dramática y bélica estadounidense, dirigida por Mel Gibson y escrita por Andrew Knight y Robert Schenkkan. La película está basada en la historia real del soldado del Ejército de EE. UU. Desmond Doss, un cristiano que se negó a portar armas en el frente, fue objeto de burla y persecución y que, a pesar de aquello, fue considerado un héroe y condecorado con la Medalla de Honor por el presidente Harry S. Truman, por haber salvado la vida a más de setenta y cinco hombres bajo el constante fuego enemigo en el acantilado de Maeda durante la brutal batalla de Okinawa, en la Segunda Guerra Mundial.
Y como seres humanos estamos enfrentando una “guerra” que no se gana con armas de fuego. “Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas” (2 corintios 10:4) Es una “guerra” contra la injusticia, la pobreza, el abuso, la desigualdad, el racismo, desastres, la enfermedad, la maldad etc. Bajo tales circunstancias, nuestra nación necesita héroes. En la parte final de la segunda estrofa de nuestro himno nacional dice “… piensa ¡Oh Patria querida! que el cielo un soldado en cada hijo te dio” Pero tal vez ya se nos olvidó cuando lo cantábamos con tanta emoción el tradicional saludo a la bandera cada semana. Nuestra familia y la sociedad en general, necesitan que despierte el “héroe” que estoy seguro que hay dentro de cada uno de nosotros. Un héroe siempre se distingue por realizar una hazaña o virtud hacia otras personas de forma desinteresada. Siente una profunda y absoluta empatía y, frente a un acto de injusticia, se propone como “la única posibilidad de salvación”. En líneas generales un héroe no quiebra las leyes sociales o morales. El ingenio, la inteligencia, las habilidades físicas, Y y sobre todo, el amor al próximo, se convierten en poderes que los héroes usan en función de la resolución del conflicto.
Cuando leo acerca de las hazañas de los “héroes” de la biblia, mi corazón arde. Estos hombres estaban tan cargados por la causa del nombre de Dios, y por el próximo, que hicieron poderosas obras. Ellos lloraron y gimieron a veces por días por la condición descarriada de su nación. . La Biblia dice que las proezas deseos hombres fueron registradas como lecciones para nosotros: “Estas cosas les acontecieron como ejemplo y están escritas para amonestarnos a nosotros…” (1Corintios 10:11) Sus historias son como ejemplos, para mostrarnos como mover el corazón de Dios, o como llevar a un pueblo a la libertad, la conquista Y al arrepentimiento.
Así que, ¿Fueron estos santos una raza especial? ¿Eran superhombres, con un destino predeterminado, dotados con poderes sobrenaturales desconocidos para nuestra generación? De ninguna manera. La Biblia declara enfáticamente que nuestros piadosos ancestros eran personas como nosotros, sujetas a las mismas pasiones de la carne (Santiago 5:17). Creo que Dios está buscando la misma clase de héroes- siervos devotos hoy. Él está buscando hombres y mujeres quienes se esforzarán por conocer su corazón, hacer proezas poderosas en su nombre, y traer sociedades enteras de vuelta a Él.
Aquellos “héroes de antaño, fueron hombres que podían decir: “…Y yo, fortalecido por la mano de mi Dios sobre mí,” (Esdras 7:28). En otras palabras, Dios extendió su mano, envolviendo a Esdras y lo hizo un hombre diferente. Y lo segundo: “Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla” (Esdras 7:10). Y lo tercer, fuero hombres de fe.
Esto nos enseña que cosas extraordinarias pasan cuando nosotros nos disponemos a creen en Dios y también a creerle a Dios.
Estimado lector, crea en Dios, sea feliz en este mundo y un día vaya al cielo