La secretaria de Bienestar, Maria Luisa Albores González dio el banderazo de Arranque del programa que se desarrollará en 288 municipios de 12 estados de la República con presencia de pueblos originarios.
Censando personalmente a madres indígenas, la secretaria de Bienestar, María Luisa Albores González, inició a nivel nacional en esta comunidad, enclavada en el corazón de la Sierra Tarahumara el Censo del Programa de Apoyo para el Bienestar de Niñas y Niños, Hijos de Madres Trabajadoras Indígenas, el cual, dijo, es parte del Plan Integral de la Sierra Tarahumara.
Albores, quien es acompañada en una gira por la zona serrana de Chihuahua por la Subsecretaria Ariadna Montiel Reyes y el delegado de Programas para el desarrollo, Juan Carlos Loera De la Rosa, explicó que este programa se desarrollará en 288 municipios con presencia de pueblos indígenas de 12 estados de la República, con la finalidad de ayudar a las mamás con hijos menores de cuatro años de edad.
El programa permite que cada mamá pueda registrar a todos sus hijos menores de cuatro años de edad con un pago bimestral de mil 600 pesos por cada menor.
A 50 minutos de la cabecera municipal de Guachochi, Tónachi es una población que data del siglo XV, formada como una misión jesuita en la época colonial, teniendo a la fecha un mínimo desarrollo económico.
La funcionaria federal dijo que en el país son los niños indígenas quienes viven en la mayor pobreza, en regiones con gran marginación y casi nulo porvenir educativo y económico, porque sus pueblos quedaron en el olvido de gobiernos anteriores.
“Y son las mujeres quienes llevan la mayor responsabilidad de sus familias y hogares. Todas ellas tienen una variedad de actividades laborales como es también la de su propia casa. Es por eso que el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador quiere apoyarlas para que sus hijos sigan adelante con alimentación, vestido y Educación”, precisó.
Con una sencilla ceremonia en un lugar sagrado donde los rarámuris de esta región realizan sus ceremonias tradicionales y rodeados de maravillas naturales como el bosque y cascadas que embellecen el lugar, el evento fue presidido además de la Secretaria de Bienestar, María Luisa Albores, también por la Subsecretaria, Ariadna Montiel Reyes, el Delegado Estatal de los Programas de Desarrollo, Juan Carlos Loera de la Rosa, el alcalde Guachochi, Hugo Aguirre García, la delegada Regional, Ivonne Ortega Peinado, el gobernador indígena, Melesio Bustillos y la gobernadora indígena Elba Ramos.
Al tomar la palabra, Ariadna Montiel, explicó que la prioridad del Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador es apoyar a los más pobres como son los tarahumaras, abandonados por muchos años y es a quienes van dirigidos, con mayor énfasis, los Programas Integrales de Desarrollo.
El Delegado Estatal de los Programas de Desarrollo, Juan Carlos Loera de la Rosa, explicó que en el Estado de Chihuahua el programa de Niños y Niñas, Hijos de Madres Trabajadoras Indígenas, viene a estimular la economía de la región, al llevarles directamente a las mamás recursos para comprar sus insumos y lo necesario para dar calidad de vida a sus familias.
“Nunca un gobierno había apoyado, no solo a los Adultos Mayores, a las personas con Discapacidad, a los negocios pequeños, sino a las jefas de familia que tienen el cuidado de sus hijos y con este recurso comprar lo necesario para darles alimentación, vestido y lo más importante la educación de sus pequeños”, precisó Loera de la Rosa.
Cargando a su menor en la espalda a la usanza tradicional, María Concepción Cruz, dijo con pocas palabras que con ese dinero que le ofrece el gobierno federal, podrá dedicarse con más tiempo a su parcela, mientras que su madre le ayuda con el cuidado de su pequeño hijo.
Los funcionarios federales censaron ahí mismo a las madres indígenas que asistieron al evento, quedando las mamás rarámuris con un recibo que les asegura de inmediato su registro para recibir su recurso.
El presidente municipal de Guachochi, Hugo Aguirre García, expresó que es un honor que se haya escogido a Tónachi para iniciar el Programa de Apoyo para el Bienestar de Niñas y Niños, Hijos de Madres Trabajadoras Indígenas, en esta población que es el corazón de la sierra tarahumara.