Ojinaga Chih.- Por otro lado, el COVID-19 se trata de una enfermedad emergente y las medidas sanitarias que se instalaron oficialmente rompen con patrones sociales y culturales.
El interés de este escrito es intentar visualizar la enfermedad desde una perspectiva no biológica, sino social, y compartir la inquietud e interés de las voces que repiten “quédate en casa”, así como reflexionar nuestro quehacer cotidiano desde la salud pública.
La Secretaría de Salud Estatal en años recientes en su reporte de las veinte primeras causas de enfermedad, menciona que la principal es el rubro de las enfermedades respiratorias agudas.
Entre las personas que sufrieron enfermedades respiratorias, hubo muchas que no fueron a consulta médica a pesar de padecer una gripe o resfriado común, y estos datos no fueron registrados.
Se observa de forma “usual” a personas al transitar en la calle, asistir a escuelas, a trabajos y hasta a reuniones sociales, con todas las características de una franca infección respiratoria: ojos llorosos, nariz tapada, escurrimiento nasal.
Sin embargo, no existen protocolos que limiten el libre tránsito para evitar contagios y lograr la recuperación para un resfriado. Es común observar la diseminación de infecciones de vías respiratorias desde los grupos que asisten a guarderías o estancias infantiles, hasta universidades, de forma individual, familiar, incluyendo el área laboral, y se normaliza como una práctica común socialmente aceptada.