El diputado Omar Bazán señaló que hasta el momento no hay una estrategia clara para prevenir contagio de COVID-19 en el sector agropecuario de Chihuahua.
Es un nuevo frente que las autoridades de los tres órdenes de gobierno deberán atender a la brevedad ante el desarrollo de la actividad agropecuaria en que intervienen miles de jornaleros de diversos puntos del país así como migrantes.
El legislador priista planteó por ello un plan emergente de apoyo que incluya la adecuación de áreas de atención y permanencia con el objeto de prevenir el riesgo de contagio del COVID-19.
Los productores están preocupados porque no tienen la infraestructura para establecer cercos de sanidad que permitan al menos monitorear el estado básico de salud de trabajadores nacionales y del extranjero que llegan a Chihuahua en busca de empleo temporal.
Cabe destacar que solo en producción de manzana, Chihuahua ocupa cientos de trabajadores para producir al año más de 590 mil toneladas.
La vasta extensión territorial de Chihuahua y su marcada vocación agropecuaria demanda año tras año numerosa mano de obra y hoy frente a la pandemia se vuelve un foco rojo, dijo el también dirigente estatal del PRI.
El diputado priista también llamó a los gobiernos federal y estatal extiendan apoyos económicos o en especie a ganaderos y agricultores para afrontar los efectos del COVID-19.
En esta etapa de contingencia sanitaria se requiere mantener la cadena alimenticia, sostuvo Bazán Flores.
Puso como ejemplo la falta de movilidad en el sector ganadero y tras ello el aumento en los gastos de alimentación.
Ante esta contingencia, agricultores y ganaderos requieren apoyos para la adquisición de insumos, estímulos económicos, descuentos, prórrogas o convenios de pago a la CFE, por ejemplo, explicó el legislador.