Protagonizó éxitos como “La momia” y “George de la selva”, pero de pronto su estrella se apagó, y no fue por su culpa
En los 90, los fanáticos de Brendan Fraser podían disfrutar del actor casi sin respiro. Es que solo en esa década protagonizó o fue parte del elenco de veinte películas. Entre su pequeño papel en La última apuesta, junto con River Phoenix, hasta alcanzar el megaestrellato con el protagónico de La momia solo mediaron nueve años. Fraser podía actuar en un drama como Dioses y monstruos, enamorar en Buscando a Eva, pero, sobre todo, lucir su cuerpazo y entretener mucho y bien en películas como George de la selva y La momia.
Pero, de pronto, el siglo cambió y su presencia en pantalla comenzó a espaciarse. Algunas fotografías mostraban que ese hombre de cuerpo esculpido casi con la perfección de un David de Miguel Ángel se había transformado en otro, obeso y desaliñado. Sin embargo, lo que más llamaba la atención es que su característica mirada, mezcla de seducción y disfrute de la vida, había cambiado por otra de infinita tristeza. ¿Qué provocó semejante declive en uno de los actores más carismáticos y lindos de los 90?