La nueva normalidad no implica que la población ya pueda salir a las calles en todo el país, ni que se supriman las medidas higiénicas de seguridad. La CDMX permanecerá en semáforo rojo al menos hasta el 15 de junio, según prevén las autoridades.
Lo que se espera es que, además de las actividades esenciales que ya permanecían abiertas, comience la apertura escalonada de las industrias de la construcción, minería y automotriz, que podrán reiniciar operaciones, mientras mantengan un protocolo de sanidad previamente verificado.
El gasto de volver a la nueva normalidad será variable de acuerdo al giro de la empresa y el número de trabajadores que laboren, ya que invariablemente deberán invertir en medidas sanitizantes de fijo, advierten el Consejo Coordinador Empresarial (CCC) y la Confederación Patronal de la República Mexicanala (Coparmex).
A fin de tener en cuenta los gastos personales básicos que las personas deben mantener vigentes en su presupuesto al volver a la nueva normalidad, la plataforma de servicios financieros Coru.com emite las siguientes recomendaciones:
1) Sanitizantes portátiles, mascarillas, caretas y cubrebocas (obligatorios). A medida que aumente la movilidad de las personas en la calle se requiere que cada uno transporte su kit de sanitización o tenga su propio gel a base de alcohol, jabón portátil, además de caretas, mascarillas o cubrebocas obligatorios.
Recuerda que los contagios siguen vigentes. Contempla este nuevo gasto fijo, ya que más allá de una sanción administrativa para tu empresa en caso de omisión o de que no puedas acceder a algunos sitios sin protección, esto es una medida precautoria que puede evitar gastos mayores debido al contagio, tales como medicina, hospitalización o incluso daños mortales.
Por poner un estándar, el precio de cada mascarilla o cubrebocas va de 20 a 500 pesos en el caso de los reusables de corte industrial. La careta de plástico cuesta de 40 a 200 pesos, y el gel puede conseguirse de 30 a 150 pesos según el tamaño.
Una buena alternativa para ahorrar es contemplar un equipo lavable y reusable.
2) Comida, empaques personales y portátiles de alimento y agua. No todos los restaurantes podrán abrir para consumo en local, ni a la misma capacidad. Por otro lado, muchas personas podrían optar por llevar su propio alimento para evitar riesgos y mayores gastos. Considera cuál es el mecanismo más seguro y accesible que te garantiza tranquilidad y preferentemente te dé más rendimiento por una sola inversión.
3) Transporte y alimentación, idealmente seguros. Para ello, podrías tener que vincular tu tarjeta o cuenta bancaria a apps de transporte, comida y monederos electrónicos. A pesar de que algunas actividades vayan a restablecerse, lo ideal es mantener el mínimo contacto con focos de contagio que siguen siendo peligrosos.
Si debes volver a tu trabajo, considera el gasto de usar eventualmente algún taxi, Uber, Didi si el transporte público no te garantiza confianza aún. O bien, compartir los gastos de un coche con colegas o familiares.
Dado que los restaurantes no tienen fecha de apertura fija, te será de utilidad tener apps de envío de comida. Para diversos pagos o gastos hormiga de emergencia (comida y agua), que hagas en tiendas de conveniencia como Oxxo, Seven7, evita tocar el efectivo, elige pago con tarjeta o mediante celular si activas métodos como Codi, cobro digital.
4) Invertir en un seguro. Los contagios están en aumento. Si por alguna razón de fuerza mayor debes volver a las actividades laborales y te encuentras bien de salud, es el momento ideal de contemplar la adquisición de un seguro de gastos médicos mayores, seguro de hospitalización o de vida. Así, en caso de que lamentablemente ocurra un contagio después, tendrás una garantía personal de apoyo para cubrir gastos imprevistos que pueden afectar gravemente tu solvencia inmediata.
Un seguro de hospitalización puede ir desde 800 pesos hasta más de 30 mil pesos anual, en caso de pólizas de gastos médicos mayores.
Excélsior