Cuatro Ciénegas, coah.-Esta risueña y pintoresca población amaneció de luto, al conmemorar los cien años del sacrificio de su hijo predilecto, don Venustiano Carranza, que siendo Presidente de la República, cayó ante las balas asesinas de la traición.
El 21 de mayo de 1920, en el poblado rural de San Antonio Tlaxcalantongo, Puebla; municipio de Xicotepec de Juárez, se llevó a cabo el magnicidio a manos de las fuerzas que comandaba el General Rodolfo Gil Herrero Hernández, que lo había trasladado a ese sitio inaccesible y considerado como un rincón sin salida al encontrarse a ambos lados puros desfiladeros.
La traición perpetrada contra el que fuera Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, había sido trazada principalmente por quienes en muchas ocasiones le habían jurado lealtad y ahora sin ética ni moral alguna literalmente le daban la espalda.
Por eso en la llamada Ruta de Tlaxcalantongo, muy bien debió llamarse Ruta de la Traición, ya que muchos Generales adictos a su Gobierno, se habían cambiado para irse a las fuerzas que comandaban los Generales Álvaro Obregón Salido y Pablo González Garza.
El hombre bien llamado Varón de Cuatro Ciénegas, gran político y estadista estaba huyendo con destino a Veracruz, ante el levantamiento del generalato perteneciente al Plan de Agua Prieta, que en su primer artículo desconoció al Presidente Carranza, siendo Mandatario Constitucional.
Por ello el que fuera Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, vivió en carne propia un cuartelazo similar al de su paisano don Francisco Y. Madero, que fue asesinado por el usurpador Victoriano Huerta y de la misma forma los sonorenses se levantaron en contra del Primer Magistrado.
La madrugada del 21 de mayo de 1920, siendo las 04:20 horas; una descarga de fusiles hirió de muerte al célebre y eximio héroe revolucionario que había establecido las leyes plasmadas en la Constitución de 1917, siendo las mismas que nos rigen actualmente.
El Cronista de la Ciudad, Carlos Gutiérrez Recio señaló que: “ al fallecer el Presidente de la República, también murió un girón de nuestra Patria, habiendo caído el águila real que alguna vez salió de su nido en Cuatro Ciénegas, levantando el vuelo para ir a transformar la historia de México, por eso todos los días y a cada momento se escucha en cualquier lugar de la república el nombre de don Venustiano Carranza, perpetuándose a través de ciudades, villas, ejidos escuelas, calles, avenidas, hospitales, plazas y hoy un hombre de carne y hueso convertido en estatua, que es la forma de perpetuar a nuestros héroes”, puntualizó el entrevistado.
A través de una serie de homenajes luctuosos, las autoridades municipales encabezadas por la alcaldesa Yolanda Cantú Moncada, se efectuó un póstumo homenaje a la memoria del que fuera Primer Jefe del Ejército Constitucionalista y la colocación de ofrendas florales en las estatuas erigidas en su honor, así como la colocación de crespones de luto en la Casa Museo donde Nació, en la Casa de la Cultura donde vivió y en la Presidencia Municipal, para rendirle un sencillo pero emotivo homenaje luctuoso en recuerdo de su sentido fallecimiento hace exactamente cien años.